Historias de Doolittle

No es nada habitual en mí, pero este domingo me he levantado pronto. Estaba de viaje en Valencia y quería disfrutar del día y de la preciosa ciudad. Después de un opíparo y extenso desayuno he ido al IVAM. Deambulando por sus salas he babeado con la retrospectiva del canario César Manrique. Me ha encantado la fuerza de sus pinturas que surgen del cromatismo vivo, la geología y el paisaje volcánico insular. Manrique creó espacios recreándose en las texturas y en la naturaleza de su tierra. Con el fuerte calor de sus tonos rojos, ocres, marrones y amarillos, de lava y azufre, me han entrado unas ganas locas de visitar las islas. Si como yo, queréis recrearos con la belleza natural de Canarias y no podéis coger un avión hasta el archipiélago, no dudéis en acercaros al museo de arte contemporáneo valenciano. Eso sí, sólo está hasta el 24 de abril.