Historias de Doolittle

el año que viene, más

A golpe de tijera he pasado de niña buena y naif a otra con más picardía.

Este mes no puedo resistirme. Una vez, y otra y otra…me paseo con nostalgia por los vericuetos de la historia del olvidado barrio chicano Chávez Ravine con el mítico guitarrista Ry Cooder y su último disco, titulado como el barrio de la ciudad de Los Ángeles, destruido para construir el estadio del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers. Escuchándolo, siento que paseo por esa zona de emigrantes mexicanos, detenida en el tiempo, gracias a los increíbles sonidos de este gran músico. El viaje que me ofrece el que fuera el cerebro productor de Buena Vista Social Club, recupera una época que comienza de una manera optimista y alegre, con un colorido crisol de variopintos personajes e historias, para poco a poco, apagarse y volverse cada vez más nostálgico y oscuro, como la historia del Chávez Ravine.

tarde naranja
de cielos de Dominica
camino de la Casa Encendida
con unas cervecitas
en Lavapiés

Por las mañanas, mi chaqueta nunca abriga lo suficiente.

Tengo entre mis manos Sobre Camarón, de Carlos Lencero, que despierta mi curiosidad por los palos y las letras flamencas, que dicen mucho con muy poco. Lo más con lo menos.
La leyenda del tiempo, un fragmento de la obra teatral lorquiana con palmas, elementos eléctricos y orquestación, es el buque insignia de la discografía más camaronera y a mí, me hace sentir pequeña. Me encanta:

(La leyenda del tiempo de Así que pasen cinco años /bamberas por bulerías)

Esta es de Dominica. Me gusta hacerlas y subirlas. Es mi pequeño homenaje...

En el ordenador me entretengo con suma facilidad.

La tía que sonríe
La maleta llena
Mi hermana que se encuentra
Regalos
De siempre, y buenas, las amigas
El glosario estrafalario y materno
Aguas del Caribe con la selva hasta la playa, en las islas
Mis últimos 20
Y la cama caliente