lunes, julio 18, 2005

Ya estoy aquí


Con broche de oro cerré anoche este fin de semana largo y elástico, envuelta en naturaleza y protegida por los 2.341 metros de la hechizante peña Foratata y la sierra Tendenera.

Desconectar en Sallent me produce una alegría infinita. De receta médica. El olor a churrasco en las horas punta, las lechugas del huerto de los vecinos, los pestiños, el pan de leña y las truchas recién coleantes son sólo algunos de sus atractivos. Porque, ¿hay algo mejor que dormir con manta en julio? Quizá, pasear de noche y sin linterna con una gran vía láctea y las siluetas de las montañas como telón de fondo. ¿O nadar en aguas frescas en medio de un gran valle?

Y además, de noche, la guinda del pastel. Arropado por el cielo estrellado, en el escenario flotante sobre el pantano de Lanuza del festival Pirineos Sur comenzaron las actuaciones del sábado con el divertidísimo espectáculo de la transgresora Astrid Hadad, irreverente cabaretera, cantante y actriz mexicana, que interpreta la música popular de su tierra con su temperamento salvaje y encandilador. Después, la canadiense Lhasa mezcló en sus canciones el blues, el country, la música gitana y los ritmos mexicanos.

Y el domingo, paseíto y aperitivo de despedida antes de la inevitable vuelta. Para que el regreso la capital no supusiera un brutal contraste, hice un alto en el camino y paré en el parque O´Donnell de Alcalá para disfrutar de un lujo que me regaló mi querido Linus: el espectáculo de Little Louie Vega y sus Elements of life. Todo un lujo.
Con una banda en directo, el housemaster de Nueva York nos hizo bailar sin parar con sus sonidos underground del Bronx y la cultura puertorriqueña, aderezados con las inigualables voces de Anane y Josh Milan, de Blaze. Emotividad desbocada y precisión en esta obra maestra que dirigia el genial Vega. Una auténtica joya.

Comentarios: Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]