martes, noviembre 29, 2005
quieta, no
Si me quedo parada en calle se me congelan las orejas, los dedos y la nariz. Hoy no me importa el frío, me hace andar a paso rápido y el vaho se escapa de mi boca al compás de la respiración. Lo mejor, llegar a casa calentita.
Suscribirse a Entradas [Atom]